Crecí en un ambiente donde siempre la cocina era el tema de conversación predilecto en cualquier reunión social, entre mis tías era común la competencia por quien elaboraba de manera más suculenta el pasticho, las cachapas, el asado negro, el mondongo, el arroz con leche y un sin fin de platillos que de solo pensarlos se me hace agua la boca. Aún recuerdo cuando mis tías le decían a mamá ¿cuándo preparas un sancocho Lígia y nos invitas a tu casa?, a lo que mi madre les contestaba ustedes lo preparan y vienen a comerlo a casa y así crecí, en cada reunión de cumpleaños, primera comunión, matrimonios, bautizos, paraduras de niño, siempre mis tías eran las que elaboraban desde los pasapalos, pasando por el plato principal y cerrando con la deliciosa torta que regalaba tía Eugenia, sabor único que aún no he podido replicar, ni mi paladar ha encontrado ponqué alguno que me lleve a ese anclaje de mi niñez ( así era el nivel de competencia ex...
Un espacio dedicado al Rescate de Nuestras Costumbres Gastronómicas Venezolanas y los Buenos Hábitos Alimenticios.