A quien no le gusta la sal, todas las culturas la utilizan en su cocina. El sodio es vital para el organismo, ya que, nuestras células no pueden funcionar sin el, es parte fundamental del llamado equilibrio electrolítico. La evolución nos ha dotado la lengua de receptores especializados para apreciar sabores salados, aun así, este gusto innato por la sal la podemos modular a lo largo de nuestras vidas. Así,de esta manera podemos encontrar testimonios de personas acostumbradas a comer platillos salados pueden encontrar que la comida es sosa el día que tiene un poco menos de sal. Y personas acostumbradas a comer con poca sal que no la echan de menos. Moderar el consumo de sal en una casa no sólo es beneficioso para las personas que sufren de presión alta, sino para toda la familia y en especial para nuestros niños que se acostumbran a comer con poca sal desde pequeños. Es por estas razones que les dejo acá unas ideas que espero le saquen provecho y ayuden a cambiar sus háb...
Un espacio dedicado al Rescate de Nuestras Costumbres Gastronómicas Venezolanas y los Buenos Hábitos Alimenticios.